jueves, enero 19, 2006

Claro de Luna

Las hojas de los árboles caían sutílmente sobre un pasto verde amarillento. Mientras la brisa movía su largo cabello ébano. Sus ojos vidriosos dejan al descubierto que había llorado, con alma y corazón.
La luna llena se reflejaba en la laguna del pequeño parque en donde ella estaba. Con su intensa luz iluminaba todo, incluso las lágrimas plateadas de la joven que miraba perdida la luna.

Las Luces del estudio estaban prendidas y el piano de cola negro en el centro esperando a ser tocado. -"¿te gusta? " - preguntó la joven a un asombrado muchacho de cabello rubio -" Es precioso y... ¿tú tocas?"
-"Sí... aunque últimamente sólo recito"
-"A quién ¿Mozart?"

Caminaba por la calle con sus ojos hinchados por el llanto, la guiaron al mismo sitio de la primera vez.

-¿Has traido a alguien más?
-"Sí, no eres el primero... lo siento"
-"Que mal... mmmm qué tocas... ¿Beethoven?"
-"¡Sí!"

Sus piernas no soportaron el peso que llevaban, se diblaron, obligandola a caer al suelo mientras volvían las lágrimas a rodar por sus mejillas.

-"Lo siento, pero el accidente fue demasiado fuerte para él, señorita, su novio no sobrevivió" -

El peso que llevaba a cada momento le aumentaba y ya no sabía que hacer. Intentó levantase pero no lo consiguió, ententó griar, pero no lo logró, lo único que podía hacer era esperar a que el tiempo pasara.

-"No, no toco a Mozart"
-"¿No?, pero..."
-"De vez en cuando, sólo cuando quiero, pero prefiero a Beethoven"
- "Porqué?" -"Creo que es por... por que me encanta"
-"¿Y que tocas de él "Para Elisa"
-"No..."

Había logrado pararse, apenas se mantenía en pie, ella sabía lo que debía hacer... y lo haría, ya no podía hacer nada al respecto, todo estaba como estaba y ya no podía cambiarlo.

-¿Pero... porqué?
-Por que quiero... ya no es lo mismo. - dijo el chico rubio mirandola con un leve desdén.
-No es cierto.
-¡No me grites! y yo que me di el tiempo de estar contigo, pero para ti es más importante ese estúpido piano y el idiota que se murió en un accidente.
-¡MENTIRA!... Y NO HABLES ASÍ DE ELLOS.
-Di lo que quiereas, pero yo me voy, no quiero más.
-No... no... no por favor... no me dejes.

Desde lo alto se veía claramente la laguna y la luz reflejada en medio de ésta. El viento cantaba triste y los árboles lloraban. No lo dudó, la tomó fuertemente y la ajusto. sabía que sería duró pero no podía seguir así. Se preguntaba si alguien cuidaría de su piano y si le irían a dejar flojes a su "amado". Pasaban cada vez más y más preguntas por su cabeza, hasta que el peso volvió a sus hombros y sin dudarlo dio el paso. Un grito ahogado, una triste canción del viento, una noche estrellada, la luna llena y en el estudio un muchacho rubio tocando el piano.

-"Y que temas de él tocas "Para Elisa?"
-No... me gusta más... Claro de Luna"

Por si fueron observadores el cuento tiene saltos temporales. Los que estan del mismo color son del mismo espacio temporal.